El OH1 no detecta mi frecuencia cardíaca, ¿qué puedo hacer?
Para mantener el mejor rendimiento posible de la medición de frecuencia cardíaca óptica, mantén el OH1 limpio y evita los arañazos. La medición se basa en pequeños cambios en la intensidad de la luz e incluso una cantidad pequeña de suciedad en el sensor de la parte posterior del dispositivo puede reducir su rendimiento. De forma similar, los arañazos en el sensor pueden dispersar la luz de los LED hacia direcciones no deseadas y reducir el rendimiento del dispositivo.
El movimiento entre el OH1 y tu piel puede interferir en las lecturas. Por ese motivo es importante que te pongas el brazalete ceñido alrededor del antebrazo o el brazo, no alrededor de la muñeca. Prueba diferentes posiciones en el brazo y antebrazo para buscar una ubicación que detecte de forma uniforme tu frecuencia cardíaca. El OH1 debe estar en contacto con la piel, pero no tan ajustado que evite la circulación o resulte incómodo.
Las actividades que incluyen movimientos irregulares de las manos, como los deportes con raqueta, dificultan la obtención de una lectura de frecuencia cardíaca exacta desde el brazo. Al practicar estos deportes, puedes cambiar la lateralidad del OH1 de seguimiento y cambiarlo a la mano que no sujeta la raqueta. Si realizas actividades que causan una presión extrema en los brazos, como levantamiento de pesos o flexiones, es posible que tu frecuencia cardíaca sea más difícil de detectar desde el brazo.
En condiciones de frío, la circulación sanguínea en la piel puede ser demasiado débil como para que el sensor obtenga una lectura adecuada. Puedes solucionarlo calentando la piel del brazo o haciendo algo de ejercicio para aumentar la temperatura de la piel.